Hoy 28 de mayo, se celebra Pentecostés, una conmemoración religiosa de gran significado para los cristianos de todo el mundo.
Se trata de una celebración que marca el descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesús, tal y como se relata en el Nuevo Testamento de la Biblia.
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Cabe recordar que el Pentecostés tiene sus raíces en el judaísmo, siendo conocida originalmente como la celebración judía de Shavuot, que tiene lugar siete semanas después de la Pascua judía. La fiesta judía era inicialmente una ceremonia de acción de gracias por las primicias de la cosecha de trigo. Pero con el tiempo se asoció al recuerdo de la Ley dada por Dios a Moisés en el monte Sinaí, conocida como los Diez Mandamientos.
Pero para los fieles cristianos, el significado de Pentecostés se amplió tras la resurrección de Jesús. De acuerdo con la narración bíblica, durante Pentecostés, los discípulos estaban reunidos en Jerusalén cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos en forma de “lenguas de fuego”.
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Este acontecimiento marcó el inicio de la misión de los discípulos de difundir el mensaje de Jesús por todo el mundo. Una de las primeras menciones del Pentecostés cristiano se remonta al siglo II, presente en la Epístola de los Apóstoles, obra de los apócrifos del Nuevo Testamento.
La importancia del Pentecostés radica en el hecho de que marca el inicio de la Iglesia cristiana, ya que después de la venida del Espíritu Santo, los apóstoles salieron a predicar el mensaje de Jesús con gran valentía y claridad. Fue un momento de gran fervor religioso y de conversión para muchas personas.
Una de las particularidades es que en las iglesias católicas, se supone que los sacerdotes visten túnicas rojas y el altar está adornado con un manto rojo durante Pentecostés para simbolizar las “lenguas de fuego” que descendieron sobre los discípulos del Espíritu Santo.
