Con la evocación histórica del Tránsito de San Antonio de Padua, en la noche del martes 12 de junio comenzaron en la ciudad italiana las celebraciones por la fiesta del “santo de los milagros”.
La sagrada representación -que evoca la víspera de la muerte del San Antonio cuando sintiéndose próximo a su fallecimiento pide ser llevado de Camposampiero hacia Padua al convento de ‘Maria Mater Domini’- tuvo lugar en el santuario antoniano de Arcella con la participación de unas 150 personas ataviadas con trajes de la época, quienes acompañaron la procesión con la imagen yacente del santo.
La conmemoración del Tránsito de Antonio culminó a las 21:30 horas con el tradicional concierto de campanas de toda la ciudad, que contó con la colaboración de las parroquias de la Diócesis paduana.
Evocación histórica del Tránsito de San Antonio / Foto: Padova in foto.
Ya el miércoles 13 de Junio, solemnidad del taumaturgo, se dio apertura a la Basílica de San Antonio de Padua a las 5:30 horas, para sucesivas celebraciones eucarísticas que han tenido lugar hasta las 21:00, para pedir la intercesión del santo y que siga siendo testimonio de esperanza y caridad.
Se destaca la Misa pontifical que presidió a las 11:00 Mons. Claudio Cipolla, Obispo de Padua, con la presencia de miles de peregrinos procedentes de diferentes puntos de Italia y del mundo.
Durante la homilía, el prelado manifestó su alegría por celebrar al Señor por el don que ha hecho a Padua con la presencia de San Antonio. Se refirió al él como “la voz de caridad”: “Fue voz de la caridad de Dios, de su deseo de salvación para cada uno de sus hijos y de cada una de sus hijas, de curación de cada mal del alma y del cuerpo”.
También recordó a San Antonio como “un gran anunciador de la Palabra y de la justicia del Señor en la Iglesia y en la sociedad de su tiempo”, siendo recordado, sobre todo, “por los sermones, por el coraje que ha tenido de predicar el Evangelio, de denunciar las injusticias, de contar los gestos del Señor, de reclamar la exigencia de la caridad y de la justicia según Dios, de predicar la misericordia de Dios entre los pecadores”.
Luego indicó: “La ciudad de Padua celebra al Santo: el santo de los milagros. Signo de Dios que interviene con fuerza también en las situaciones humanas y sociales más difíciles”.
Reliquias de Sant Antonio expuestas en su Basílica, Padua / Foto: Pontificia Basilica di Sant’Anonio di Padova.
Por esta razón, Mons. Cipolla, invocó un milagro por intercesión de San Antonio: “que nuestra ciudad encuentre espacio el milagro divino que tiene consigo y haga coincidir justicia y misericordia, con el propósito de que todos tengan dignidad y justo reconocimiento. Que la esperanza no muera jamás en el corazón de quien se ha equivocado y quiera reparar y recomenzar”.
La tarde estuvo marcada por homenajes importantes, como la solmene Misa que presidió a las 17:00 en la Basílica de San Antonio el Padre Giovanni Voltan, Ministro Provincial de los Hermanos Menores Conventuales; y la tradicional procesión con la imagen y reliquias de Antonio por las calles de Padua.
