de ‘¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres’ en “La Palabra manifestada en carne”
…el hombre mantiene la creencia equivocada de que la carne encarnada de Dios no era un hombre ordinario y que Dios encarnado no tenía humanidad. Sin duda, la obra y todo lo que el hombre ve de Dios sobre la tierra son sobrenaturales. Lo que observas con tus ojos y oyes con tus oídos es todo sobrenatural, porque Su obra y Sus palabras son incomprensibles e inalcanzables para el hombre. Si algo del cielo se trae a la tierra, ¿cómo puede ser cualquier cosa menos sobrenatural? Los misterios del reino de los cielos se trajeron a la tierra, misterios que eran incomprensibles e inimaginables para el hombre, demasiado asombrosos y sabios; ¿no eran todos sobrenaturales? Sin embargo, debes saber que por muy sobrenaturales que fueran, los llevó a cabo en Su humanidad normal.
La carne encarnada de Dios tiene humanidad, de lo contrario no sería tal. En ese tiempo, Jesús llevó a cabo muchísimos milagros. Lo que vieron los israelitas de aquella época estaba lleno de cosas sobrenaturales; vieron ángeles y mensajeros, y oyeron la voz de Jehová. ¿No fue todo sobrenatural?… ¿Qué obra realizada hoy por el Dios encarnado no es sobrenatural? Sus palabras son incomprensibles e inalcanzables para ti, y ningún hombre puede realizar Su obra. El hombre no puede comprender lo que hay en Su entendimiento ni tampoco puede saber de dónde procede Su conocimiento. Algunos declaran: yo también soy corriente como Tú, ¿cómo es que no sé lo que Tú sabes? Yo soy más viejo y rico en experiencia, ¿pero cómo puedes conocer lo que yo no conozco? Todo esto es inalcanzable para el hombre. Hay, incluso, quienes se preguntan: Nadie conoce verdaderamente la obra llevada a cabo en Israel; ¿cómo la conoces Tú? Ni siquiera los expositores de la Biblia pueden ofrecer explicación; ¿cómo lo sabes Tú? ¿No son sobrenaturales todos estos asuntos? Él no ha experimentado maravilla alguna, pero lo sabe todo, y la palabra viene a Él con la mayor facilidad. ¿No es esto sobrenatural? Su obra excede lo que es alcanzable para la carne. Semejante obra no puede lograrse simplemente por el pensamiento de carne alguna y es del todo inconcebible para la mente y el razonamiento del hombre. Aunque Él nunca haya leído la Biblia, entiende la obra de Dios en Israel. Y aunque se encuentra en la tierra cuando habla, alude a los misterios del tercer cielo. Cuando el hombre contempla estas palabras, lo supera un sentimiento: “¿No es éste el lenguaje del tercer cielo?”. ¿No son, todos estos, asuntos que exceden lo que el hombre normal puede alcanzar?