El milagro de la niña
Si buscas una historia corta para niños que les haga reflexionar, presta atención a este texto del Nuevo Testamento que habla del milagro de la hija de Jairo. Jairo era un sabio religioso que creía en la palabra de Dios y se esforzaba por transmitirla al resto. Por eso, cuando su hija enfermó repentinamente, fue en busca de la única persona que sabía podría ayudarlo a sanar a su hija: Jesús.
Jairo encontró al hijo de Dios rodeado de gente en una calle, y de ahí empezaron a saltar las voces que anunciaban que la hija de Jairo había muerto. “¿Por qué molestar al Maestro?” le preguntaban a su alrededor “si tu hija ya está muerta, no hay nada que hacer”.
Jairo cayó desplomado, llorando y lamentándose por la hija de su pequeña, pero Jesús se acercó a él y le pidió que tuviera esperanza, que creyese en él aunque fuese difícil. Ambos pusieron rumbo hacia casa de Jairo, donde una gran multitud lloraba encima del cuerpo de la niña… “¡Está muerta!” exclamaban todos mirando a la pobre pequeña. Cuando Jesús les dijo que no estaba muerta, que la niña solo dormía, se burlaron de él y lo tomaron por loco. “No le creas” le decían a Jairo, “¿No ves que ha muerto?”
Entonces Jesús echó de casa a todo el mundo excepto a Pedro, Santiago y Juan. Tomó de la mano a la pequeña hija de Jairo y le instó: “Tálitha cúmi”, que significa “pequeña, a ti te digo: ¡levántate!”. Entonces la niña se levantó y empezó a caminar, llenando de alegría los corazones de sus padres, quienes no podían creer el milagro.
Esta famosa segunda resurrección de Jesús según los Evangelios nos recuerda lo importante que es creer incluso cuando es difícil, incluso cuando los demás no tienen fe. No pierdas tú la tuya, pues al lado de Jesús los milagros son posibles.