Día de la Santa Cruz en. México y otros países
¡Oh Santa Cruz! Madero Hermoso en donde murió mi Señor para darme eterna luz y librarme del contrario, ante ti me humillo y reverente imploro a mi Señor Jesucristo que por los padecimientos que sobre ti recibió en su Santísima Pasión me conceda los bienes espirituales y corporales que me convengan.
Elevada ante el mundo, eres faro luminoso que congregas a tu rededor a la cristiana grey para entonar cantos de Gloria al Cristo Rey, al Dios Hombre que siendo dueño de todo lo creado, permitió ser crucificado sobre Ti para la redención del genero humano.
Sobre ti se operó el asombroso misterio de la redención del mundo, desde entonces libra al cristiano de la culpa original, puede llamarse Hijo de Dios Eterno y aspirar a la gloria celestial.
Bendita seas! por los siglos de los siglos, fuiste entre los paganos signo de valor y afrenta y hoy eres emblema del cristiano y esperanza para ser perdonado por el sublime sacrificio de mi Señor Jesucristo, a quien esperamos servir y honrar por toda la eternidad.
El Doctor Milagroso
Una historia sobre la fe en el poder de Jesús de curar lo incurable
Siendo las 6 de la mañana, me encontraba otro día más camino hacia el Hospital de Neoplásicas, centro médico para enfermos con cáncer. Ya habíamos visitado en numerosas veces al doctor, y tanto mi hermana como mi madre se encontraban esperando su turno para ser atendidas. Los doctores ya conocían el caso: mi hermana tenía un agudo dolor en los senos y un olor fétido por la pus que se estaría formando.
El caso se iba complicando conforme pasaba el tiempo, y la realidad se hacía cada vez más dura cuando conocíamos los resultados de los análisis. El último día se conocieron los resultados que confirmaron aquella dolorosa realidad que todos en casa ya conocían pero que se resistían a aceptar.
Entró mi hermana al consultorio para recibir sus documentos y el diagnóstico, y mientras ello ocurría, mi madre se dirigió a una pequeña capilla ubicada dentro del mismo hospital a orar por la salud de mi hermana pidiendo por su mejoría y su recuperación. Regresó mi madre a la puerta del consultorio para esperar que ella saliera con sus resultados y ayudarla en ese momento pues sabía que lo que afrontaría mi hermana no sería nada fácil, y le iba a causar un profundo dolor.
Al abrirse la puerta del consultorio, mi madre vio a mi hermana salir muy desconcertada con sus documentos en mano por lo que mi madre supuso lo peor .
Sin embargo, cuando mi madre se acercó, ella le contó que daba gracias a Dios pues no tenía absolutamente nada, que estaba sana, que ni los doctores se explicaban el hecho, pero que ya no tenía ningún problema en los senos, que estaba curada.
Fue en ese momento, cuando mi madre le preguntó por el doctor que la acompañó hasta la puerta, pues tenía facciones de extranjero; a lo que mi hermana le respondió que no, que solamente estaba el doctor y la enfermera que siempre la atendían, que nadie la acompaño hasta la puerta y que no había otra persona más.
Pero mi madre si lo hab