Una forma de reconocer a Dios es colocando la confianza y el control de situaciones, ya sean difíciles o buenas, en sus manos. Por ejemplo, encomendar la salud, protección y la vida de los hijos en la Sangre de Cristo puede transformar el corazón y servir de guía y amparo para que anden por el camino correcto.
La idea es que por medio de la oración recomendada por el portal La Luz de María, presente específicamente la protección y ayuda para sus hijos, y pedirle al Todopoderoso que le proporcione sabiduría y la fuerza necesaria para superar los desafíos.
Señor de los Milagros.
Contexto: ¿Cómo pedirle una bendición al Señor de los Milagros?
Oración para proteger a los hijos
En el Nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, sello y protejo, con el Poder de la Sangre, de Jesucristo el Señor, a: (nombre de los hijos), y le pido a Dios Padre Todopoderoso envíe a la Virgen Santísima y su esposo San José, a sus Ángeles, Arcángeles y Santos del Cielo para que los guarden, custodien y alejen de todo mal, de toda necesidad y toda adversidad, para que los asistan y guíen en sus caminos y no permitan que reciban mal alguno.
La oración es una forma en la cual el creyente se comunica con Dios.
La oración es una forma en la cual el creyente se comunica con Dios. | Foto: Getty Images
Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre Preciosísima, de Jesucristo nuestro Señor, de todo accidente, de todo peligro y catástrofe natural. Los sello con el Poder de Preciosa Sangre de Jesús, que está realmente presente en la Sagrada Eucaristía, de toda enfermedad, dolor y padecimiento físico.
Los sello y protejo con el poder de la Sangre Salvadora que derramó Jesucristo para nuestra redención de todo enemigo, del cuerpo y del alma de toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo quiera hacerlos daño.
Oración
Con la oración de la Sangre de Cristo se le pide al todopoderoso para que brinde la fuerza y ayude a resolver problemas. | Foto: Getty Images/iStockphoto
Oh mi Señor Jesús, por tu Sangre derramada valiente y generosamente en la Santa Cruz, te ruego limpies y purifiques a mis hijos (nombrarlos) selles su alma, cuerpo y espíritu, su mente, corazón y vida para que ganen todas las batallas contra el mal, te ruego les des fuerza, salud, defensa y auxilio en todo momento y sobre todo en cualquier mala situación.
Te pido buen Jesús, por los méritos de tu Sangre no permitas pasen por necesidades, provéelos de todo lo material y espiritual que precisen para vivir dignamente y sin preocupaciones; aléjalos de toda mala influencia y de todo aquello que les pueda perjudicar, rodéalos de amigos provechosos, nobles, honestos y leales y de personas que les sepan educar y dar buenos consejos, y a nosotros, danos sabiduría, danos los medios, para ser los buenos padres que debemos ser, y ayúdanos a ser comprensivos con ellos.
Ilustración sobre la segunda venida de Cristo a la Tierra.
Ilustración sobre la segunda venida de Cristo a la Tierra
Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu Sangre, ¡te alabamos!, ¡te bendecimos!, ¡te adoramos!, ¡te damos gracias rendidas!, y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada, en especial la de mis hijos: (nombrarlos).
¡Oh Sangre que nos das la paz con Dios y nos concedes misericordia y perdón!, te pido no dejes de preservar a mis hijos de todo mal, que tu Sangre los haga invisibles y cubra y los auxilie y conforte en sus problemas: (pedir con esperanza y fe lo que se desea conseguir).
La biblia tiene muchos versículos de la abundancia.
Contexto: El poderoso salmo de la Biblia para cumplir los sueños y las metas
Señor Jesucristo ¡derrama tus Bendiciones sobre mis hijos! Que tu Sangre Señor Jesucristo, fluya por sus venas, y, mi amadísimo Señor Cristo Jesús, ¡escóndelos en el Corazón Inmaculado, de la Santísima Virgen María! Bendito y alabado seas por siempre Señor.
Oh Dios, que nos pides el amor de nuestro corazón, concede a mis hijos la gracia de vivir siempre en el amor a Jesús y obtener por su Sangre su salvación eterna; nosotros depositamos en tus divinas manos, a nuestros hijos (nombrarlos), y te agradecemos por amarlos más de lo que nosotros los amamos, y sabemos y confiamos les darás un futuro lleno de esperanza, amor, paz, progreso y bienestar.
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y por Jesucristo nuestro hermano y Señor.
Amén