La oración es la elevación de alama a Dios para permitirse hablar con él y pedir peticiones que en el momento son necesarias. Aunque, muchos de los creyentes oran tanto para dar gracias como para encomendar el día.
Hay varias maneras de hacer la oración, como lo es orar por bendición, por adoración, petición, intercesión, acción de gracias y de alabanza. Esta es una práctica que nace desde la época primitiva.
Es una meditación que busca al espíritu para comprender las preguntas de la vida cristiana y adherirse y responder a lo que el Jesucristo está pidiendo. Por tal razón, a través de los evangelios, las imágenes sagradas, los textos litúrgicos, las escrituras espirituales o la Biblia, se encuentran oraciones para entablar un diálogo con Dios.
Esto se debe a que todas las personas son llamadas a comunicarse con él, pues es una manera de encontrarse, hablarle y compartir la vida con él. Según su historia, el individuo que se dispone a escucharlo y entablar una conversación, responde a esa iniciativa divina.
Cabe mencionar que el corazón es el centro escondido donde solo el espíritu de Dios puede conocerlos y sondearlo. Es un lugar en la que está la decisión, la verdad y en la que se elige la vida y la muerte, ya que es el espacio del encuentro y de hacer una relación con él.
Es por ello que cuando se hace una oración para encomendar el día, se hace desde el corazón para que pueda ser escuchada y acceder a las súplicas. En el caso de la oración del viernes, es importante porque se acaba la semana y es necesario pedir por el otro día.
De tal forma, se mencionará una oración para hacerla este viernes, 15 de septiembre, y para que esté protegido del mal y el peligro.