15 de Mayo
Este santo nació en una fecha estimada cercana al año 1080 en Madrid. Era mozárabe, pues en aquellos años Mayrit se encontraba bajo dominio musulmán. Sus padres eran humildes campesinos que no pudieron dotarle de una educación en la escuela, pero sí de los valores cristianos.
Cuando cumplió 10 años quedó huérfano y comenzó a trabajar como peón en la finca de Don Juan de Vargas. Allí conoció y se casó con María Toribia, quien, al igual que Isidro, sería nombrada santa más tarde con el nombre de Santa María de la Cabeza, otra conocida por los madrileños. Con ella tuvo un hijo al que pusieron por nombre Illán.
Isidro compaginaba sus labores en el campo con su asistencia diaria a misa. Al cabo de un tiempo, varios compañeros denunciaron a Isidro ante el patrón de la finca por “ausentismo” en el trabajo. El propio Don Juan de Vargas fue a comprobar en persona si lo que le dijeron sus peones era cierto, ya que, según ellos, siempre llegaba una hora tarde al campo.
Allí fue testigo de uno de los cinco milagros que se le asignan a San Isidro: mientras rezaba en la iglesia, un ángel guiaba a los bueyes que araban sus tierras para que el santo no descuidase su producción. También se le beatificó por otros santos, como cuando logró multiplicar la comida de un almuerzo al que le invitaron y no dejaron pasar a sus acompañantes, mendigos.
Uno de los más conocidos es el que ocurrió al poco de nacer Illán. El pequeño cayó en un pozo. Tanto Isidro como María comenzaron a rezar por la vida de su hijo. Gracias a su fe, las aguas del pozo comenzaron a subir de tal forma que los padres pudieron alcanzar con sus brazos a Illán.
En una ocasión, reinando una gran sequía, Isidro golpeó con una vara unas rocas y de ellas brotó un generoso riachuelo. Ese es el agua que aún hoy se conserva, como una fuente, en su ermita.
Esta relación con el agua es característica de San Isidro, a quien aún hoy en día se saca en procesión para que haga llover cuando la sequía
